El local había ido evolucionando sin una idea clara. Exterior e interior ya no se correspondían con el establecimiento que querían ser, y requerían mejorar una serie de aspectos funcionales.Propusimos entonces un proceso de codiseño, en el que detectamos las necesidades del espacio de trabajo y repensamos cómo mejorar la experiencia de los clientes. Así, identificamos los valores fuertes de la marca y establecimos una serie de líneas esenciales para el diseño.